La citología vaginal, también conocida como Papanicolau, es una prueba ginecológica de suma importancia, ya que permite detectar de forma precoz hasta el 95% de los cáncer cervicales.
Además de anomalías en el cuello del útero y lesiones precancerosas, esta prueba detecta virus del papiloma humano(VPH), herpes o candidiasis.
A pesar de ser una prueba que se realiza frecuentemente, las pacientes tienen muchas dudas, especialmente aquellas que van a realizar por primera vez. Por ello, hemos recogido aquí las cinco preguntas que se realizan más habitualmente y les damos respuesta.
¿La citología vaginal o prueba de Papanicolau es dolorosa?
El procedimiento de la citología no es doloroso pero si puede ser incómodo o molesto. A nuestras pacientes les explicamos que van a sentir algo parecido a un pellizco y quizás puede ocasionar un leve sangrado. En caso de que el dolor sea intenso debe decírselo inmediatamente al ginecólogo que la está realizando.
¿Cuándo se debe empezar a realizar?
La citología se realiza en mujeres que ya han mantenido relaciones sexuales o mayores de 21 años. La prueba se lleva a cabo durante la revisión ginecológica, que debes realizar cada año. Si aún no has realizado tu revisión ginecológica anual entra aquí.
Además, los especialistas apuntan que el mejor momento para realizarla es pasados entre 10 y 20 días del último período. Aunque la citología se puede realizar durante la menstruación, ésta puede alterar los resultados de la misma.
¿De dónde se toma la muestra para la citología?
La muestra de la citología vaginal se toma del cuello uterino. Para ello, el ginecólogo introduce un espéculo que da acceso al cuello uterino, es decir, permite ver el cérvix. A continuación, hace un raspado para tomar una muestra de las células, que serán enviadas al laboratorio para su análisis.
¿Debo realizarla anualmente?
Los ginecólogos recomiendan que la citología se repita cada tres años después del primer examen.
Por su parte, aquellas mujeres que llegan a los 30 años y siempre han obtenido resultados normales, tanto en la prueba de VPH como en la citología, pueden empezar a realizarla cada cinco años.
Una vez se cumplen los 65 años, serán los médicos quienes decidirán la necesidad de continuar realizando la citología. Por lo general, no será necesaria si se han obtenido al menos tres resultados negativos en los últimos diez años.
Las mujeres con mayor riesgo de desarrollar cáncer cervical deberán realizarse con mayor frecuencia, según determine el ginecólogo. Se consideran de riesgo aquellas que:
- En las que se han encontrado células precancerosas previamente
- Si es HIV positiva
- Ha recibido tratamientos que debilitan el sistema inmunológico, es decir, quimioterapia, trasplante de órganos…
En cualquier caso, siempre será decisión del ginecólogo establecer la periodicidad de la citología. Cumplir con los plazos que éste señale es fundamental, ya que el cáncer de cuello uterino se desarrolla lentamente y la detección temprana permite controlarla.
¿Qué indican los resultados de la citología?
Los resultados de la citología pueden determinar lo siguiente:
- Normal. No existen células precancerosas.
- Inadecuada cuando la prueba no se ha realizado correctamente y debe repetirse.
- Atipia de significado indeterminada, es decir, muestran leves cambios anormales en las células del cuello uterino. En algunas mujeres desaparecen solos sin tratamiento, mientras que en otros si será necesario un tratamiento. La citología, en estos casos, se repetirá en unos 6-12 meses.
- Lesión de bajo grado. En estos casos se han encontrado cambios mínimos en las células. Por ello, se deberá repetir la citología en 6 meses. También puede ser necesario realizar una colposcopia y prueba del VPH.
- Lesión de alto grado. Una citología con este resultado muestra cambios severos en las células en el cuello del útero. Todas las mujeres con lesión de alto grado deben realizar una colposcopia y, posteriormente, una posible biopsia.
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