La anemia ferropénica es la más frecuente en todo el mundo, de hecho la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 1 de cada 3 habitantes la padece. Este tipo de anemia, que puede afectar tanto a hombres como a mujeres de todas las edades, se produce como consecuencia de una carencia de hierro en el organismo.
Más concretamente, en España la anemia ferropénica afecta a lactantes y adolescentes (entre un 2.5% y un 5.7%), a mujeres en edad fértil (un 2% lo padecen), embarazadas y ancianos. También pueden sufrirla varones adultos y mujeres no menstruantes, aunque los datos revelan que menos del 0.4% de ellos llegan a tener un cuadro de anemia ferropénica.
¿Qué es la anemia ferropénica?
Uno de los componentes esenciales de los glóbulos rojos es la hemoglobina. El hierro es un mineral necesario en el organismo para la producción de ésta. Cuando la hemoglobina tiene valores por debajo de los estipulado como normal es cuando surge la anemia.
La anemia ferropénica se produce cuando el organismo no tiene la suficiente cantidad de hierro y, por tanto, no puede producir los glóbulos rojos necesarios. La importancia de estos glóbulos es muy alta, ya que son los encargados de llevar el oxígeno a los tejidos del cuerpo y se producen en la médula ósea.
En definitiva, sin hierro el cuerpo no genera los suficientes glóbulos rojos y no puede transportar el oxígeno de manera eficaz.
Causas de la anemia ferropénica
El abanico de posibles causas de la anemia ferropénica es muy amplio y diferente en cada caso. En ocasiones se debe al sangrado por el aparato digestivo, por varices esofágicas o de origen ginecológico debido a pérdidas menstruales abundantes en mujeres de edad fértil.
Aunque menos frecuente, también puede deberse a un aporte insuficiente de hierro en la dieta, sobre todo en vegetarianos estrictos o adultos que no consumen una dieta completa.
En ciertos casos el cuerpo no absorbe adecuadamente el hierro, o pierde más glóbulos y hierro del que puede producir. Esto puede deberse a una enfermedad celíaca, enfermedad de Crohn o por la toma excesiva de antiácidos que contengan calcio.
Cómo saber que padeces anemia
Existen unos síntomas claros que alertan sobre la posibilidad de padecer anemia ferropénica, o cualquier otro tipo de anemia. El cansancio, dolores de cabeza y problemas de concentración son algunos de los primeros síntomas a tener en consideración.
Si la anemia comienza a empeorar es cuando la paciente empezará a notar otra serie de signos como dificultad respiratoria, dolor en la lengua, uñas quebradizas, tendrá un color pálido en la piel o sentirá mareos.
En el caso concreto de la anemia ferropénica, a estos síntomas debemos añadir otros como heces oscuras, sangrado menstrual abundante, dolor en la zona superior del abdomen o pérdida de peso. Todos estos factores varían de acuerdo a las circunstancias médicas concretas de cada persona.
Detección y tratamiento
La detección de la anemia ferropénica es muy sencilla, un análisis de sangre permite medir la hemoglobina y la cantidad de glóbulos rojos en el organismo.
Una vez detectada dicha anemia, el especialista establece un tratamiento a base de suplementos de hierro y alimentos ricos en hierro.
En cuanto a la alimentación, no va a solucionar por sí solo la anemia ferropénica, pero puede colaborar en la mejor absorción de los suplementos de hierro. Es importante que no falte en el menú alimentos ricos en hierro como las carnes rojas, el hígado y el huevo.
Las lentejas, guisantes, semillas de soja, mariscos, pan integral, avena, uvas pasas, ciruelas pasas, espinacas y otras verduras, también deben ser parte de la dieta.
Estos alimentos deben combinarse con otros que sean fuente de vitamina C para mejorar así la absorción de hierro. Esta vitamina la encontrarás en el brócoli, kiwi, la toronja, verduras de hoja verde, melón, naranja, fresas o tomates, entre otros.
Lo importante es que al detectar los primeros síntomas acuda a la Unidad para el Estudio de las Anemias del Hospital La Paloma, donde nuestros especialistas valorarán cada caso, investigando el origen de la pérdida de hierro y estableciendo el tratamiento oportuno.