Cada 1 de diciembre se celebra el Día Mundial de la Acción contra el SIDA, una fecha que busca concienciar acerca de la enfermedad y sobre cómo prevenirla. En Canarias los datos son cada vez más alarmantes, actualmente unas 5.000 personas padecen VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) en las islas y se estima que cada día se produce un nuevo contagio.
Los mayores afectados por los nuevos contagios son los varones de entre 20 y 39 años. Éstos representan siete de cada diez nuevas infecciones que se detectan en el Archipiélago.
La prevención es la principal vía para evitar el contagio y se deben realizar análisis regulares para controlar su desarrollo y transmisión. Sin embargo, en el Canarias el 43% de las nuevas infecciones que se produjeron en 2014 se diagnosticaron de manera tardía, según datos del Gobierno de Canarias.
Cómo se transmite el VIH
El VIH, es el causante del SIDA, es decir, la fase más avanzada de la infección. Este virus se transmite a través de relaciones sexuales sin preservativo con personas seropositivas o que pueden tener infección por el VIH; el intercambio de agujas y jeringas o de cualquier material para la administración de drogas; y es posible que se transmita durante el embarazo, parto o lactancia de madre a hijo, según indica el Gobierno de Canarias.
Análisis para detectar el VIH
La prueba se realiza mediante un análisis de sangre que permite detectar la presencia del VIH o de anticuerpos contra el VIH en el organismo, es decir, muestran si el paciente ha contraído o no la infección por el virus, pero no son capaces de determinar cuándo se contagió.
La realización de dichas pruebas es crucial en la detección precoz, ya que permite conocer mejor la evolución de la infección y evitar su transmisión a otras personas. Ésta se puede realizar en laboratorios clínicos o en centros sanitarios, es voluntaria y totalmente confidencial.
Al cabo de una semana ya se pueden consultar los resultados finales del análisis de sangre. Si el resultado revela que es seronegativo significa que no tiene el VIH. En este caso debe seguir tomando las medidas necesarias para evitar contraerlo. Por el contrario, si los resultados arrojan que el paciente es seropositivo, es decir, que tiene el VIH, debe tomar medidas para proteger su salud.
En esta situación el médico pautará un tratamiento de antirretrovirales (TAR), medicamentos contra la infección que causa el VIH que, además, ayudan a minimizar el riesgo de transmisión. Aún así será el especialista quien establezca la estrategia médica de acuerdo con las especificidades de cada caso y el grado de evolución del virus.
Con los últimos avances en tratamientos, la esperanza de vida de personas con la infección por VIH es similar al de aquellas que sufren enfermedades crónicas.
Cuándo debo realizarme el análisis de sangre
Para una eficacia total de las pruebas que detectan los anticuerpos del virus es necesario que ésta se realice tres semanas después de la práctica de riesgo. Pasado este período es posible la detección precoz del VIH.
Los resultados de esta prueba son altamente fiables, aún así se deben repetir en una segunda ocasión. En el caso de obtener un resultado positivo, ésta se realiza nuevamente para confirmar los datos.
En el caso contrario, tras obtener un resultado negativo, se recomienda repetir el análisis pasados tres meses para verificar que en un primer momento la prueba no ofreció un falso negativo.
Quienes deben realizarse las pruebas
Las organizaciones internacionales y aquellas relacionadas con la acción contra el SIDA recuerdan que todas las personas son susceptibles de contagiarse con el VIH y de otras enfermedades de transmisión sexual.
Por ello, se recomienda que todas las personas entre los 13 y 64 años se realicen al menos una vez la prueba para detectar el virus.
Especialmente, las autoridades sanitarias establecen que deben realizarse anualmente el examen del VIH aquellas personas con alto riesgo de infección, es decir, aquellos pertenecientes al colectivo homosexual, aquellos que creen haber mantenido relaciones sexuales con personas VIH positivas, si se han inyectado drogas y si han compartido agujas o algodones con otras personas.
También deben acudir anualmente quienes han mantenido relaciones frecuentes con varias parejas sexuales, si ha sido diagnosticado y tratado de alguna otra enfermedad de trasmisión sexual y aquellos a los que se ha diagnosticado hepatitis o tuberculosis.
Las mujeres embarazadas deben llevar a cabo estas pruebas lo antes posible durante cada embarazo.