Canarias es una de las Comunidades Autónomas con mayor índice de complicaciones derivadas de la diabetes, como la ceguera, amputaciones o insuficiencia renal que lleva al paciente a diálisis.
Los datos destacan que unos 70.000 canarios desconocen que padecen diabetes, lo que supone un grave riesgo para su salud. En muchas ocasiones el paciente se diagnostica de diabetes debido a una complicación de la enfermedad lo que significa que ha estado varios años sin diagnosticar, según recalca el Dr. Javier Aragón, responsable de la Unidad de Pie Diabético en el Hospital La Paloma.
Más de 3.000 amputaciones en Canarias
El Dr. Javier Aragón, señala que las lesiones en el pie diabético son una de las principales complicaciones de la diabetes. Un mal control de la patología puede llegar a afectar a los nervios y vasos sanguíneos de esta zona provocando la aparición de úlceras, infecciones y necrosis.
Si éstas no son tratadas a tiempo puede conllevar la muerte de tejidos y posteriores amputaciones. En Canarias se han realizado más de 3.000 amputaciones en los últimos 5 años debido a este motivo.
Sin embargo, el Dr. Aragón, experto de ámbito internacional en pacientes con infecciones que han alcanzado el hueso, concluye que la atención temprana es fundamental para evitar el tratamiento mutilante.
“A la Unidad de Pie Diabético del Hospital de La Paloma han llegado numerosos pacientes a los que en sus Hospitales habían aconsejado una amputación y que finalmente no fue necesaria”, añade el doctor.
Con técnicas de cirugía conservadora los expertos del Hospital de La Paloma consiguen eliminar parte del hueso infectado y, mediante la aplicación de curas con técnicas avanzadas, el pie puede cicatrizar totalmente sin necesidad de amputación.
Recomendaciones para pacientes con diabetes
El Dr. Aragón aconseja a los pacientes que sufren diabetes que “vigilen la aparición de úlceras o heridas en el pie, ya que el 85% de los pacientes que sufren amputaciones comenzaron con la aparición de una úlcera”. Estas lesiones son en un porcentaje importante producidas por el calzado.
Además, recomienda a estos pacientes:
- Utilizar zapatos amplios, bien acojinados, sin costuras internas y con el forro interno de color claro. Es preferible comprar el calzado por la tarde que es cuando el pie está más hinchado.
- Utilizar medias y calcetines de algodón o lana, sin costuras.
- Evitar remojar los pies durante periodos prolongados pero si se deben lavar diariamente, con agua tibia o fría, durante unos 5 minutos.
- Tras el lavado es importante secarlos cuidadosamente, sobre todo entre los dedos, evitando la fricción con toallas muy rugosas y emplear cremas hidratantes.
- Las personas con diabetes al tener alterada la sensibilidad pueden producirse quemaduras por lo que deben evitar remojar los pies en agua caliente o usar almohadillas eléctricas.
- No deben cortar las uñas sino limarlas ya que al usar objetos cortantes puedes lesionar la piel y generar infecciones.
- No usar callicidas ni sustancias químicas en el pie.
- Estos pacientes se benefician del cuidado de los pies por un podólogo.
- Caminar diariamente, salvo indicación contraria del médico.
- No fumar
Unidad de Pie Diabético
El principal tratamiento en el Pie Diabético es la prevención y el control de la enfermedad. En la Unidad del Pie Diabético del Hospital de La Paloma controlamos la evolución de la diabetes con exactitud. Los controles se realizan en base al riesgo del paciente, siendo las revisiones como mínimo de una vez al año, aumentando según los síntomas de los pacientes.
Cuando surgen las úlceras quiere decir que la enfermedad se encuentra sin el control adecuado. Lo primero que se realiza en La Unidad de Pie Diabético es clasificar e identificar el tipo de úlcera que padece el paciente para proceder a su atención. Las intervenciones para tratarlas se basan fundamentalmente en un recubrimiento adecuado de la lesión, tratamiento de la infección y alivio de la presión.
Las personas con diabetes que han tenido una úlcera previa deben poner cuidado especial en la higiene y cuidado de los pies y en la utilización de un calzado adecuado. El gran reto consiste, además, en prevenir las recurrencias, ya que su tasa en pacientes que han presentado una úlcera es del 66% a los cinco años.