La pandemia del CORONAVIRUS (COVID-19)ha generado numerosas dudas, especialmente en personas con enfermedades respiratorias crónicas. Los datos que manejan los especialistas sanitarios sobre los infectados, tanto en China como en Italia, coinciden en que el 20% de las personas con CORONAVIRUS (COVID-19) tienen alteraciones pulmonares importantes que requieren de ingreso hospitalario. De ellos, la mitad van a tener una evolución grave o muy grave, necesitando asistencia ventilatoria.
Esto ha causado inquietud entre aquellas personas que tienen enfermedades crónicas, como asma y alergia. Para su tranquilidad, según estudios realizados en China, ni el asma, ni la alergia, ni la urticaria ni anafilaxis se pueden considerar factores de riesgo o agravantes de la infección del CORONAVIRUS (COVID-19).
Por ejemplo, los especialistas indican que el sistema inmunitario de un alérgico y no alérgico es igual con respeto a la función de defensa frente a microorganismos.
Además, indican que al estar confinados en nuestras casa las personas alérgicas al polen estarán más protegidas esta primavera, que comenzó el pasado 20 de marzo, debido a la falta de exposición. Sin embargo, aquellos que tienen alergias al polvo o a los animales pueden desarrollar más síntomas al estar en permanente contacto.
¿Cómo diferenciar la alergia, el catarro y el CORONAVIRUS (COVID-19)?
La sintomatología de la alergia más habitual es la rinitis, la mucosidad, picor de ojos, los estornudos o la tos. Aunque a veces podemos confundirlo con un resfriado, no suele aparecer de forma repentina. Además, se conoce que la alergia, especialmente por polen, se agrava cuando estamos al aire libre y mejora al estar en lugares cerrados. A esto se suma que los síntomas de la alergia se reducen con rapidez al tomar el antihistamínico.
Por otro lado, debemos hablar del resfriado o catarro. Sus síntomas empiezan como los de una rinitis: congestión nasal, algunos estornudos… La sintomatología aumenta durante 1-3 días y el moco se transforma a más espeso y se torna verdoso. Tras unos 6-7 días el catarro desaparece, salvo que se complique con una sinusitis. El catarro no suele conllevar fiebres altas, aunque si algo de febrícula y malestar general.
Finalmente, los síntomas del CORONAVIRUS (COVID-19) suelen ser leves en el 80% de los casos (como ocurre con el catarro leve) y su sintomatología es similar a la de una gripe: fiebre moderada-intensa, malestar general, abatimiento, tos seca y dificultad para respirar. Estos aparecen de forma progresiva y desde el principio se asocia a un malestar general.
¿La toma de antihistamínicos oculta los síntomas del CORONAVIRUS (COVID-19)?
La respuesta a esta pregunta es que no camuflan el inicio de la infección. Los antihistamínicos tan solo reducen los síntomas de la alergia, es decir, el picor de ojos, de nariz, los estornudos.
En cualquier caso, los especialistas apuntan que los antiinflamatorios si pueden enmascarar el inicio de la infección.
¿Cómo diferenciar el asma del CORONAVIRUS (COVID-19)?
La crisis de asma se presenta con un aumento de la tos y dificultad respiratoria y, en ciertas ocasiones, puede acompañar fiebre. Todos ellos son síntomas del CORONAVIRUS (COVID-19), por lo que puede llevar a confusión. Al igual que con la alergia, los síntomas del asma disminuyen al utilizar el broncodilatador de rescate.
Recomendaciones para alérgicos y asmáticos ante el CORONAVIRUS (COVID-19)
Uno de los causantes de la alergia en esta época del año es el polen, por ello los especialistas nos dan unos consejos para reducir los niveles de polen en casa:
- No ventilar la casa entre las 12 y las 17h ya que son las horas con mayor cantidad de polen en el aire.
- Utiliza purificadores de aire en casa porque disminuyen la exposición a los pólenes en el interior.
Las personas que tienen asma deben extremar las medidas de precaución, ya que sus vías respiratorias son susceptibles a las infecciones víricas. Cuando un asmático tiene una infección respiratoria se inflaman sus bronquios y tiene mayor riesgo de una crisis asmática.
Si una persona asmática se contagia con CORONAVIRUS (COVID-19) debe saber que este nuevo virus tiene «predilección» por los pulmones, lo que conllevaría un mayor grado de inflamación de las vías respiratorias, aumento del riesgo de sufrir una crisis asmática y, por tanto, aumenta la gravedad de la infección por CORONAVIRUS (COVID-19). Por ello se recomienda:
- No suspender el tratamiento que siga para el asma, aunque se encuentren bien
- Ser muy disciplinados a la hora de cumplir con las medidas de higiene, como el lavado de manos
- Utilizar mascarilla si acuden a zonas de riesgo, como centros de salud o hospitalarios.
- Posponer la revisión médica si tienen un asma bien controlado.
- Llevar siempre consigo el inhalador de alivio rápido.
- Pedirle a su neumólogo un plan de acción personalizado para poder reconocer los síntomas del asma cuando aparezcan.
Estas recomendaciones toman especial consideración si tenemos en cuenta que la mitad de las personas con asma no controlan correctamente su enfermedad.
Si el asma empeora o sufre una crisis debe seguir las acciones del plan establecido por su neumólogo y si sospecha de CORONAVIRUS (COVID-19) debe llamar al número de emergencias de su comunidad autónoma.