La artrosis afecta al 10-15% de la población mundial, generando mayor discapacidad que cualquier otra enfermedad en la vejez, tal y como indica el Dr. Alexis Rodríguez, responsable de la Unidad del Dolor Crónico del Hospital La Paloma.
El dolor articular afecta a millones de personas en todo el mundo, siendo múltiples patologías que lo pueden originar. Desde octubre del 2016 hasta octubre del 2017, es el año global del dolor articular para la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP).
¿Qué es la artrosis?
La artrosis es una enfermedad compleja de la articulación que ocasiona discapacidad severa en las personas mayores. Esta discapacidad, como explica el Dr. Rodríguez, produce dolor en el movimiento y pérdida de la función articular.
“En algunos pacientes con artrosis, el dolor mecánico puede asociarse con dolor inflamatorio y/o dolor neuropático. Se acepta a día de hoy que la artrosis es algo más que dolor articular. Asociándose en muchas ocasiones con obesidad, síndrome metabólico y alteraciones cardiovasculares”, añade.
Esto ha provocado un cambio en el manejo de la artrosis por parte de la comunidad científica. Hasta el momento el tratamiento se ha centrado en la reducción del dolor y la mejora de la función articular, así como la preservación de las estructuras articulares.
Hoy día, se hace necesario “que el tratamiento de la misma, sea dirigido de forma individualizada de acuerdo a factores como la edad, obesidad, componentes mecánicos, inflamatorios o neuropáticos del dolor”, explica el doctor.
El dolor se puede originar dentro de la articulación, alrededor de la articulación o por otros factores, relacionados con la sensibilización central (cerebro) y las expectativas del propio individuo y el manejo psicológico de la edad y la patología.
Es por ello la importancia del tratamiento precoz y adecuado del dolor, evitando así dicha sensibilización central y las repercusiones psicológicas (depresión, ansiedad, catastrofismo) o familiares, laborales y económicas tanto para el individuo como para la sociedad.
Tratamiento del dolor provocado por la artrosis
El tratamiento central es adecuado para todos los individuos e incluye ejercicios básicos, pérdida de peso, entrenamiento de estiramientos, ejercicios en agua, masaje y educación sanitaria.
El uso de tratamiento farmacológico y no-farmacológico estará dirigido de forma individualizada para que el paciente, habitualmente anciano, evite el sedentarismo, tan lesivo a esta edad, según expone el doctor.
Las unidades del dolor multidisciplinaria, buscan el abordaje de la artrosis desde diferentes ángulos, sabiendo que no existe cura para la artrosis.
El Dr. Rodríguez señala, en cuanto al tratamiento del dolor por artrosis, que muchas guías evidencian los beneficios en un amplio número de pacientes del ejercicio regular, cambios en el estilo de vida evitando determinadas actividades, usando artilugios o adaptaciones para el hogar, las ortesis, fármacos tópicos o sistémicos, inyecciones interarticulares, reportándose cada vez más beneficios del uso de plasma rico en factor de crecimiento.
Desde el punto de vista psicológico se han comprobado beneficios con terapias cognitivo-conductuales, Taichí, la acupuntura y el TENS, los cuales deben ser, como apunta el Dr. Rodríguez, evaluados de forma individual acorde e indicados y supervisados por expertos en el manejo de pacientes con dolor crónico.