Positivo en un test de embarazo. Por delante, nueve meses que parecen una eternidad pero que cada vez irán pasando más deprisa. La fecha probable de parto (FPP), señalada en el calendario. ¿Qué debemos hacer? ¿Cómo debemos preparar nuestro cuerpo para el parto? Hoy, desde el Hospital La Paloma, con sede en Gran Canaria, te damos algunas claves. Descubre cómo preparar tu cuerpo para el parto.
El bebé es un mamífero
El bebé es un mamífero, un libro escrito por el médico obstetra francés Michel Odent en los años 90, es una de esas lecturas imprescindibles cuando estamos esperando la llegada de un bebé. El texto, en clave divulgativa, analiza cómo han evolucionado los paritorios. Aborda el modo de parir, presentando cada vez más este proceso no solo como un recorrido fisiológico, sino también emocional. Es por ello que desde los centros hospitalarios cada vez estamos abogando más por atender los procesos de parto desde un enfoque transversal, asesorando a las mujeres embarazadas durante todo el proceso. El objetivo, que lleguen seguras y conocedoras a el momento del parto.
Odent apunta en su libro que los “hospitales del mañana” deben enfocarse en “mantener una atmósfera de intimidad”, familiarizando a la futura madre con el propio centro sanitario. Esta petición nos lleva a que el primer aspecto al que debe atender una futura madre a la hora de prepararse para el parto no es únicamente al cuerpo físico, sino también a la mente y a la parte emocional.
El conocimiento de lo que puede ocurrir, de cómo podrá responder el equipo médico ginecológico que la atenderá, y de qué situaciones pueden darse. Esta previsión la llevarán a afrontar el parto con mayor decisión y empoderamiento. Una fortaleza que ayudará a canalizar ese proceso y esa unión con el momento de dar a luz. Para ello la mujer conecta no solo con un equipo de profesionales a su disposición, sino con su propia fortaleza de mujer mamífera.
El parto, una «maratón»
Pero además de este aspecto emocional, muchos sanitarios coinciden en señalar que el parto puede ser como una “maratón”. Por lo tanto, no deberíamos de enfrentarnos sin haber, al menos, “entrenado”. El ejercicio físico moderado y adaptado a las necesidades de cada embarazo permite que la mujer asuma cierta fortaleza física que le ayudará el día del parto.
Ejercicios como pilates o yoga se encuentran entre los más recomendados. Precisamente porque combinan un mantenimiento físico y un nivel de intensidad moderado con un control emocional. Además, este tipo de actividades están muy focalizadas en aprender hábitos y pautas de respiración que ayudarán tanto durante las contracciones en el expulsivo como durante la fase de dilatación para sostener el dolor.
En el primer trimestre del embarazo es cuando se debe prestar más atención al cuerpo, ya que el feto está iniciando su desarrollo. Especialmente en las primeras semanas hay que tener cuidado para que la implantación se gestione correctamente.
Natación para embarazadas
La natación, especialmente a partir del segundo trimestre, es uno de los deportes más completos y seguros para embarazadas. No solo mantiene activa a la embarazada, sino que además favorece la circulación, relaja las zonas del cuerpo que se sobrecargan debido a la redistribución del peso que el cuerpo hace durante la gestación, y libera las articulaciones. Además, este deporte mejora el sistema cardiovascular y proporciona tonicidad a los músculos. Muchas mujeres embarazadas relatan cómo durante los ejercicios de natación es cuando únicamente logran disminuir o incluso hacer desaparecer los dolores propios del embarazo.
Por el contrario, no es recomendable practicar buceo, ya que podría provocar en el bebé una enfermedad por descompresión que puede afectar al cerebro, la médula espinal, los pulmones o el oído. Además de que se trata de un deporte con un gran impacto para el sistema cardíaco y pulmonar, el cual está centrado en el desarrollo del bebé.
Se deben evitar también los deportes de apoyo, como correr. O actividades que puedan provocar caídas como montar en bicicleta o el patinaje. Igualmente se debe prescindir del ejercicio físico de alta intensidad como puede ser el crossfit o la musculación pesada, así como cualquier tipo de deporte de contacto.
Alimentación saludable para evitar la diabetes gestacional
El deporte nos ayuda además a mantener a raya nuestro peso. Pero también es muy importante llevar durante todo el embarazo una dieta equilibrada y sana. Es un mito la afirmación de que una embarazada debe comer por dos. Al contrario, debe tener una dieta más controlada.
Más allá de los alimentos prohibidos durante el embarazo -leches no pasteurizadas, alimentos crudos o sin curación como el sushi o el jamón serrano, etcétera-, no es recomendable consumir excesivos azúcares. Una alimentación no adecuada durante la gestación puede propiciar la aparición de diabetes gestacional u otras complicaciones en el embarazo. Cuidarse durante el embarazo en todos los aspectos llevará por lo tanto a la mujer embarazada a afrontar el momento del parto con mayor seguridad y garantías.