La artrosis de la rodilla es el tipo más frecuente de artrosis y uno de los principales problemas que afectan a la movilidad de las personas mayores de 50 años. Se estima que en España afecta a un 10% de la población.
Quienes lo sufren sienten dolor, que puede incrementarse con la práctica de deporte. También sienten molestias al comenzar a caminar, sensación de rigidez, dificultad para flexionar la pierna, inflamación o crujidos.
¿Por qué se produce la artrosis de rodilla?
Se trata de una enfermedad degenerativa que se caracteriza por el desgaste del cartílago, que es el tejido encargado de cubrir los extremos de los huesos que conforman la articulación de la rodilla (fémur, tibia y peroné).
Si el cartílago está hidratado y sano amortigua los impactos del movimiento. A medida que este cartílago se va desgastando, el paciente comienza a sentir dolor al hacer deporte, dificultad para caminar o estar de pie. Además, al igual que ocurre en otras articulaciones, ésta se va deformando
El diagnóstico de la artrosis
La artrosis de rodilla se diagnostica mediante una radiografía de las mismas. El médico puede ver claramente a través de un diagnóstico por imagen los signos característicos de la artrosis.
El especialista también podrá requerir la realización de análisis de sangre, resonancias magnéticas…
Con los resultados puede determinar si el paciente tiene una artrosis de rodilla primaria, que está relacionada con el envejecimiento y desgaste de la articulación. O bien, una artrosis de rodilla secundaria, que suele desarrollarse como consecuencia de una lesión previa, ya sea una fractura, o en personas obesas por el sobreesfuerzo
La magnetoterapia para aliviar los síntomas de la artrosis
La magnetoterapia es un tratamiento complementario al farmacológico y cuya finalidad es aliviar los síntomas que produce la artrosis para que el paciente consiga una buena calidad de vida.
Éste consta de un equipo que emiten campos magnéticos pulsátiles con el objetivo de regenerar las células y obtener un efecto analgésico y vasodilatador. Así se provoca un efecto antiinflamatorio y se regeneran los tejidos.