La aparición de hipertensión en el embarazo puede conllevar graves consecuencias en la madre y en el bebé. Actualmente casi un 10% de las mujeres embarazadas tienen la presión arterial elevada, sin embargo aún no están bien definidas las causas que la provocan.
También es frecuente que las mujeres tengan la presión arterial en niveles altos tras el parto. Ésta debe ser vigilada de cerca, ya que puede provocar accidentes cerebrovasculares.
La hipertensión después del parto puede ser como consecuencia de una hipertensión gestacional no finalizada, hipertensión crónica, preeclampsia o eclampsia.
Preeclampsia e hipertensión en el embarazo
La hipertensión arterial, la aparición de altos niveles de proteína en la orina (proteinuria), una cifra reducida de plaquetas, el funcionamiento anormal de los riñones o el hígado, dolor en la zona alta del abdomen y alteraciones en la visión son factores que provocan la llamada preeclampsia.
Ésta suele aparecer a partir de la semana 20, aunque también puede ocurrir en el periodo postparto. Generalmente, los síntomas desaparecen completamente en la sexta semana tras dar a luz.
La preeclampsia es una de las principales complicaciones en el embarazo y puede llegar a provocar la muerte del bebé o de la madre. Ésta se detecta mediante un examen médico donde se medirá la presión arterial, se harán análisis de orina, conteo de plaquetas, nivel de coagulación de la sangre… Además de tener en cuenta síntomas concretos.
La causa exacta que provoca la preeclampsia es desconocida. Aún así existen factores de riesgo como tener antecedentes familiares de preeclampsia, tener un embarazo múltiple o ser el primer embarazo, la obesidad, ser mayor de 40 años, padecer diabetes o hipertensión crónica.
La solución es dar a luz de inmediato. Si el bebé nace prematuro puede tener problemas graves de respiración, con la alimentación…En caso de que el bebé no esté preparado para nacer el especialista recomendará una serie de pautas a seguir, como reposo, consumir mucha agua, reducir el consumo de sal y visitas regulares a la consulta. En ocasiones será necesario el ingreso de la mujeres en el centro hospitalario.
Síntomas de la preeclampsia
La preeclampsia es silenciosa, ya que no suele presentar síntomas relevantes y muchas veces se confunden con los propios del embarazo. Aquellas mujeres con preeclampsia sentirán hinchazón en manos, cara y ojos, además de un aumento repentino de peso.
En los casos más graves la paciente sufrirá dolores de cabeza continuos, problemas respiratorios, dolor abdominal bajo las costillas, dolor en el hombro derecho, reducción en la frecuencia urinaria, náuseas, vómitos y cambios en la visión.
Preeclampsia en el segundo embarazo
El riesgo de padecer preeclampsia en un segundo embarazo es mínimo si el primero fue totalmente normal. No obstante, este riesgo puede aumentar si existen los ya mencionados factores de riesgo. Por lo que la mujer debe prestar especial atención a su salud, a los posibles síntomas y debe acudir al especialista con más asiduidad.
Es totalmente recomendable que aquellas mujeres con hipertensión que decidan quedarse embarazadas, acudan previamente a la consulta del médico para controlar todo el proceso y evitar futuras complicaciones.
Los especialistas recomiendan que todas las mujeres deben comenzar el cuidado prenatal de manera temprana y continuarlo durante todo el embarazo.