El Trastorno por Déficit de atención e Hiperactividad (TDAH) es cada vez más conocido. Sin embargo, aún siguen existiendo dudas a la hora de diferenciar a un niño hiperactivo de otro que tan sólo es inquieto o nervioso.
Por ello, muchos padres acuden a la consulta del psicopedagogo para confirmar si realmente tiene TDAH.
¿Qué es el TDAH y cómo se diagnostica?
El TDAH se considera un trastorno del neurodesarrollo caracterizado por un nivel de impulsividad, actividad y atención no adecuados a la edad de desarrollo, que deriva en dificultades para regular su comportamiento y ajustarse a las normas esperadas para su edad y, como consecuencia, presentan dificultades de adaptación en su entorno familiar, escolar y en las relaciones con sus iguales. A menudo rinden por debajo de sus capacidades y pueden presentar trastornos emocionales y del comportamiento.
El diagnóstico del TDAH está basado principalmente en la evaluación clínica, tomando en cuenta los criterios diagnósticos y el sistema de multiinformantes, que incluye entrevista con los padres sobre las diferentes etapas del desarrollo del niño o adolescente y su comportamiento, un examen directo con el menor y una revisión de la información que proviene del profesor o del centro escolar.
¿Qué hacer cuando se observan síntomas asociados al TDAH?
Desde que haya sospechas se recomienda que acudan a la consulta de un psicopedagogo que ayude a diagnosticar el TDAH con las herramientas adecuadas.
En la Unidad de Psicopedagogía se dispone de Díde, un sistema online único en la isla para el prediagnóstico del TDAH y otras dificultades de aprendizaje sin preguntar al niño, solo mediante el ámbito escolar y familiar.
¿Qué señales me pueden alertar?
El diagnóstico es clínico y psicopedagógico, basado en los criterios del DSM-5. Incluso utilizando estos criterios encontramos dificultades diagnósticas, por eso es determinante la experiencia del clínico y del psicopedagogo.
Para evitar falsos positivos es importante disponer de un protocolo, por ello en la Unidad de Psicopedagogía del Hospital de la Paloma seguimos el protocolo propuesto por la consejería de educación del Gobierno de Canarias.
Síntomas asociados al TDAH
Para reconocer los síntomas asociados a este trastorno hemos de fijarnos en los criterios diagnósticos del TDAH descritos en el DSM 5 (APA, 2013) que aparecen a continuación:
1. Presenta un patrón persistente de falta de atención y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere en el funcionamiento o el desarrollo.
En cuanto a la falta de atención, deben presentar seis (o más) de los siguientes síntomas de desatención (para los de 17 años o más se requieren al menos 5 síntomas) durante 6 meses con una intensidad que es desadaptativa e incoherente en relación con el nivel de desarrollo y que afecta negativamente directamente en las actividades sociales y académicas/profesionales:
- No presta atención suficiente a los detalles o incurre en errores por descuido en las tareas escolares, en el trabajo, o en otras actividades.
- Tiene dificultades para mantener la atención en tareas o en actividades lúdicas.
- Parece no escuchar cuando se le habla directamente.
- No sigue instrucciones y no finaliza tareas escolares, encargos, u obligaciones en el lugar del trabajo (no se debe a un comportamiento negativista o a la incapacidad para entender las instrucciones).
- Tiene dificultad para organizar tareas y actividades.
- Evita, le disgusta o es renuente en cuanto a dedicarse a tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido (como trabajos escolares o domésticos).
- Extravía objetos necesarios para tareas y actividades (p.ej. juguetes, ejercicios escolares, lápices, libros, o herramientas).
- Se distrae fácilmente por los estímulos irrelevantes.
- Es descuidado en las actividades diarias.
Por otro lado, debe presentar seis (o más) de los siguientes síntomas de hiperactividad-impulsividad con las mismas características que los síntomas de desatención:
- Mueve en exceso manos o pies, o se retuerce en el asiento.
- Abandona su asiento en el aula o en otras situaciones en que se espera que permanezca sentado.
- Corre o salta excesivamente en situaciones en que es inapropiado hacerlo (en adolescentes o adultos, puede limitarse a sentimientos subjetivos de inquietud).
- Dificultades para jugar o dedicarse tranquilamente a actividades de ocio.
- «Está en marcha» o suele actuar «como si tuviera un motor».
- Habla en exceso impulsividad.
- Precipita las respuestas antes de haber sido completadas las preguntas.
- Tiene dificultades para guardar su turno.
- Interrumpe o se inmiscuye en las actividades de otros (p. e. se entromete en conversaciones o juegos).
2. Algunos síntomas estaban presentes antes de la edad de 12 años.
3. Algunas alteraciones provocadas por los síntomas se presentan en dos o más ambientes (p.e. en la escuela, o en el trabajo y en casa).
4. Deben existir pruebas claras de un deterioro clínicamente significativo de la actividad social, académica, o laboral.
5. Los síntomas no aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno generalizado del desarrollo, esquizofrenia, u otro trastorno psicótico y no se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental (p. e. trastorno del estado de ánimo, trastorno de ansiedad, trastorno disociativo o un trastorno de la personalidad)
El diagnóstico del TDAH en 20 minutos
El TDAH suele empezar diagnosticarse a los 7-10 años a pesar de que actualmente se la edad de diagnóstico se ha llevado a los 12 años.
Ahora en solo 20 minutos se puede diagnosticar los síntomas asociados al TDAH en el niño. Esto lo logra nuestra Unidad de Psicopedagogía mediante el uso de realidad virtual (sistema Nesplora).
Este sistema diagnostica problemas cognitivos en entornos de realidad virtual. Se suele utilizar, generalmente, en niños y adolescentes de 6 a 16 años, aunque con adultos también es muy eficaz. Además, es cómodo, sin necesidad de escribir y se consiguen resultados inmediatos a través de un informe emitido en el momento.
La importancia de la familia en niños con TDAH
La familia y su entorno es sumamente importante en los niños o adolescentes con TDAH. Teniendo un entorno positivo y que entienda los síntomas de este trastorno el paciente tendrá una evolución notable.