Muchos sabemos cómo debemos actuar en caso de hacernos un corte o una herida, pero a veces, en momentos de tensión a ante cualquier tipo de accidente, es difícil perder la calma y no saber qué es lo que deberíamos hacer.
Tras un corte, lo habitual es que la herida sangre por unos minutos, pero luego se debe formar un coágulo que la cubra (aunque en caso de que no se mantenga un reposo adecuado, es posible que vuelva a sangrar). ¿Pero cuándo debemos acudir a un centro de urgencias a causa de este tipo de accidentes? Aquí te ofrecemos algunas recomendaciones al respecto.
Cuándo acudir al médico
- Cuando la herida sea abierta, muy profunda o con un sangrado muy abundante (o si has intentado parar la hemorragia y esta persiste a pesar de la compresión de la herida durante un tiempo razonable).
- Cuando se trate de una herida de gran tamaño que haya podido afectar al músculo, hueso, etc.
- Cuando la herida se localice en alguna zona delicada del cuerpo (cuello, tórax, cerca de los ojos, párpados, cara, etc.).
- Cuando presente cuerpos punzantes o extraños incrustados en la herida (sobre todo, cuando estos objetos sean de gran tamaño, estos no se deben extraer, ya que pueden estar cubriendo la herida y bloqueando el sangrado). Lo mejor será que primero valore la situación el responsable de urgencias.
- Cuando la herida supure pus, esté muy enrojecida o presente dolor local que apunte infección.
- Cuando la persona que haya sufrido la herida sea diabética o tenga algún otro problema de salud (como por ejemplo no tener la vacuna antitetánica al día).
En definitiva, desde la Unidad de Medicina General y Urgencias del Hospital La Paloma, recomendamos que acudas siempre al centro de salud si no estás seguro de la gravedad de la situación.
Cómo actuar si se trata de un corte superficial
Si observas que el corte o la herida es superficial, las recomendaciones médicas a seguir son:
- Lavar la zona con abundante agua o suero fisiológico. No usar algodón, alcohol, polvos o pomadas.
- Secar la herida con gasas, dando pequeños toques de adentro hacia fuera, sin frotarla.
- Aplicar una sustancia desinfectante una vez que está seca.
- Cubrir con una gasa estéril y fijarla con un adhesivo o gasa esterilizada y examinarla. Si se empapa, cambiarla por una nueva.
- En cuanto la herida comienza a cicatrizar formando una caspa o costra, no hace falta cubrirla más.