Las personas con diabetes son uno de los grupos con más riesgo de sufrir complicaciones en caso de contagiarse de Coronavirus. Por ello, cumplir con las medidas de confinamiento es fundamental. Sin embargo, esto no debe suponer una relajación en sus hábitos diarios, que son clave para ayudar a mantener los niveles de azúcar en sangre bajo control.
Debido al confinamiento ocasionado por la pandemia del Coronavirus se han cerrado los centros de enseñanza de niños y jóvenes de toda España, por lo que las clases presenciales pasan a ser telemáticas. Esto ha supuesto un esfuerzo, tanto a los alumnos como a los profesores, para aprender a llevar nuevas rutinas de estudio en casa y adaptarse a recibir estas enseñanzas haciendo uso de las nuevas tecnologías.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se puede contraer el Coronavirus COVID-19 al inhalar las gotas que expulsa una persona infectada por nariz y boca al toser o estornudar, o también al tocar superficies u objetos donde el virus esté presente y llevarse posteriormente las manos a la boca, la nariz o los ojos.
Según las medidas establecidas por el Ministerio de Sanidad se debe evitar la circulación y permanecer en aislamiento domiciliario.
Sin embargo, existen personas que deben desplazarse cada día a su puesto de trabajo, ya que no tienen la posibilidad de teletrabajar desde casa porque su actividad laboral requiere de presencia física.
Ante el aislamiento domiciliario, muchas personas han ido abandonando progresivamente sus hábitos y rutinas saludables relacionadas con la alimentación y el deporte, sin tener en cuenta los riesgos que el sedentarismo o que los productos ultraprocesados (grasas saturadas, sales y azúcares añadidos, etc.) puede tener para su salud.
Los medicamentos antihipertensivos se prescriben a pacientes con hipertensión arterial y su interrupción repentina puede ocasionar serios problemas de salud. No obstante, recientemente han aparecido noticias en redes sociales afirmando que estos pueden empeorar la infección del Coronavirus.
El estado de alarma sanitaria y su consecuente confinamiento han llevado a muchos niños a ocupar gran parte de su tiempo en casa haciendo uso de videojuegos. De hecho, durante las semanas de cuarentena el consumo de videojuegos, ya sea en red o en consola, se ha disparado considerablemente.
