La ecografía en 3D y 4D se puede realizar en cualquier momento del embarazo, aunque los especialistas apuntan que lo mejor es realizarla entre la semana 24 y 32 de gestación.
Entre estas semanas se pueden apreciar con más claridad todos los detalles del bebé, ya que una vez pase la semana 32 el feto tendrá menos capacidad para moverse y limita la ecografía 4D, que busca captar el movimiento.
Además, a partir de la semana 20 la proporción de líquido amniótico y el tamaño intermedio del bebé hacen que la visualización sea mucho mejor.
Qué es la ecografía 4D
La ecografía 4D es una ecografía en tres dimensiones que permite ver al bebé en movimiento en tiempo real. Así los padres pueden conocer al bebé antes de que nazca, sentir la emoción de ver cómo crece, además de conocer si el desarrollo transcurre con total normalidad.
Ésta complementa a la ecografía tradicional porque perfecciona el diagnóstico de posibles anomalías, porque permite ver todos los detalles del rostro y cuerpo del bebé.
¿Las ecografías 4D sustituyen a las tradicionales?
No sustituyen a las ecografías tradicionales o 2D, sino que son complementarias, es decir, se utilizan como una herramienta fundamental en el diagnóstico prenatal.
¿Por qué realizar una eco 4d?
La ecografía 4D presenta las imágenes del feto de una forma más clara para los padres, lo que contribuye a fortalecer el vínculo entre la madre y el feto. También es frecuente que los especialistas soliciten una ecografía 4D para confirmar o descartar alguna posible anomalía que han visto en la ecografía tradicional.
Los estudios, además, confirman que estas ecografías tienen suficiente valor diagnóstico en el examen de la anatomía fetal y para detectar posibles anomalías congénitas. Al mejorar la visualización del feto se facilita la detección de malformaciones o anomalías. Esto es muy útil para la planificación y mejor respuesta en el nacimiento.
Otra ventaja de la ecografía 4D es que las imágenes que se captan con esta tecnología se vana quedar almacenadas, por lo que se va a reducir el tiempo de exposición a las ondas sonoras de los ecógrafos. Aunque no generan radiación, tampoco es conveniente abusar de ellas.
La ecografía 4D permite detectar patologías en el feto
Haciendo uso de esta tecnología el ginecólogo y obstetra pueden detectar las más mínimas anomalías o malformaciones en el feto sin apenas margen de error durante la ecografía. La ecografía 2D también lo permite pero en la 4D se ve con mucha más claridad.
Con el diagnóstico prenatal se pueden detectar diferentes patologías, como problemas cardíacos, Síndrome de Down y otras alteraciones cromosómicas.
También permite detectar anomalías genéticas, como fibrosis quística, distrofia miotónica, riñón poliquístico y la neurofibromatosis o malformaciones congénitas como la espina bífida o el labio leporino.
Aun así hay que aclarar que hay patologías que no son detectables hasta el nacimiento. Por ello, una vez nace el bebé los pediatras lo analizan para descartar problemas.
Conocer el sexo del bebé
Por lo general, el sexo del bebé se puede conocer a partir de la semana 16 de gestación. Cuando el médico ve que todas las ecografías que se han realizado hasta el momento son normales, aconseja a los padres esperar hasta la semana 24 para realizar una ecografía 4D que revele el sexo del bebé. Así la experiencia será más emocionante porque no sólo sabrán si es niño o niña, sino que podrán ver sus rasgos faciales totalmente formados.
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