Deslumbramientos en la conducción
Para evitar este problema es preciso utilizar gafas de sol homologadas y con cristales polarizados. Es preciso, además, atender al filtro solar. El filtro número 3 es el ideal para conductores y para zonas altas y playa. Para los días despejados de invierno se recomienda el filtro 2, y para los días nublados, el filtro 1. El número 4 está prohibido para la conducción, ya que puede dificultar ciertas maniobras.
Agravamiento de los deslumbramientos
Los efectos del deslumbramiento pueden agravarse si además se padece algún problema visual. Por ejemplo, si se sufre de cataratas, éstas pueden provocar que los halos lumínicos sean más incapacitantes para la conducción. De igual modo, la fotofobia producida por ciertas patologías o por ciertos fármacos, también puede dificultar la circulación y aconsejar el uso de gafas de sol.
Esto conviene recordarse, ya que hasta el 20% de los conductos circula habitualmente sin estos elementos. Otros aseguran que circulan con las gafas de sol puestas incluso en el interior de túneles y al anochecer, algo que no se recomienda, ya que se pierde agudeza visual y pone en riesgo al conductor y a los otros usuarios de la vía.
Filtros amarillos y naranjas
Asimismo, se recomienda circular con filtros amarillos o naranjas para zonas con niebla o con demasiada calima, ya que aportar una mayor capacidad de contraste. Si bien es cierto que estos filtros no son aptos para la conducción en días soleados. En el caso de los motoristas y conductores de turismos descapotables, es preciso que las gafas de sol cubran una gran parte de su rostro, ya que ofrece protección frente a cuerpos extraños.
A todas estas recomendaciones hay que añadir la de visitar al oftalmólogo al menos una vez cada uno o dos años, con el fin de detectar patologías que de no ser tratadas provoquen incapacidad para la conducción.