Cuidar la salud del corazón no implica tener que renunciar a la cerveza. De hecho, dentro de la dieta mediterránea, la más cardiosaludable según la OMS y declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en 2010, se permite un consumo diario de dos vasos a los hombres y de uno a las mujeres.
Esta dieta es la más recomendada a nivel mundial para prevenir las enfermedades cardiovasculares, de hecho los estudios han demostrado que las reduce en un 30% y hasta en un 70% disminuye la probabilidad de volver a padecer una patología cardiaca. Esto demuestra que este tipo de alimentación influye directamente en la buena salud de nuestro corazón.
Dieta mediterránea para tu corazón
La Fundación Española del Corazón afirma que aquellas personas que llevan una vida saludable, es decir, toman una alimentación mediterránea combinada con ejercicio físico, tienen un 90% menos de probabilidad de sufrir un infarto.
¿Por qué la dieta mediterránea es la más saludable? Con el paso de los años se ha visto cómo la dieta es vital en la prevención y tratamiento de las enfermedades del corazón. En los años 70 un estudio comprobó que los ciudadanos de los países bañados por el Mediterráneo tenían una tasa de muerte cardiovascular muy inferior a otros países.
Al analizar este hecho comprobaron que el secreto erradicaba en la dieta, a la que calificaron como ‘mediterránea’. Lo característico de estos países es que entre sus hábitos alimentarios destacaba un consumo de hidratos de carbono complejos como pasta o pan.
También un alto consumo de frutas, verduras, frutos secos, semillas, legumbres y un mayor consumo de pescado que de carnes rojas. Además, de utilizar el aceite de oliva como grasa principal y hierbas como condimentos.
Omega-3 en la prevención de enfermedades cardiovasculares
Dentro de la dieta mediterránea hay un mayor consumo de pescado que de carne. Este consumo de ácido graso omega-3 reduce los triglicéridos y el colesterol mejorando la prevención cardiovascular.
En el ensayo DART se estudió cómo la dieta influía en aquellas personas que ya habían sufrido un infarto de miocardio. El resultado fue muy revelador, el consumo de 300 gramos de pescado azul a la semana reducía la mortalidad en los dos primeros años tras el infarto. Por lo que se deduce que el pescado azul protege contra la enfermedad coronaria.
Tras conocer las ventajas de la dieta mediterránea ¿te sumas a ella para proteger a tu corazón de las enfermedades cardiovasculares? Si tienes dudas acerca de cómo cuidar tu corazón acude a nuestra Unidad de Riesgo Cardiovascular y nuestros especialistas resolverán tus preguntas.