La alimentación y la actividad física son un componente básico en cualquier tratamiento de cáncer. Comer bien y moverse suficientemente es más importante que nunca durante el tratamiento oncológico, ya que un buen estado nutricional y físico es esencial para afrontar los diferentes tratamientos, tal y como señala Marta Ausiró, responsable de la Unidad de Nutrición y Dietética del Hospital La Paloma.
“La mayoría de tratamientos de cáncer son largos y combinan diferentes terapias que, a su vez, pueden provocar diversos efectos secundarios en el paciente”, añade.
Aun así, las recomendaciones alimentarias de base, explica, son las mismas para todos los tipos de procesos oncológicos y las fases del tratamiento, aunque se deberán ir adaptando según vayan apareciendo los diferentes síntomas o efectos secundarios del tratamiento. Si tienes dudas sobre cómo debe ser la dieta en pacientes oncológicos o quieres más información consulta con nuestra nutricionista aquí.
Alimentación sana y equilibrada
“La alimentación que convendría seguir, sea cual sea el tipo, localización o fase del tratamiento (si no existe alguna recomendación concreta para su caso particular), es una alimentación sana y equilibrada, que contenga alimentos de todos los grupos en la cantidad y frecuencia adecuadas”, comenta.
Beneficios de la alimentación en pacientes oncológicos
La nutricionista apunta que seguir una dieta adecuada durante el tratamiento oncológico tendrá estos beneficios:
- Obtener los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento de todo el organismo y, por tanto, mantener un buen estado nutricional.
- Mantener un peso adecuado.
- Mantener el organismo bien hidratado.
- Tolerar mejor el tratamiento y los efectos secundarios que provoca.
- Combatir mejor posibles infecciones.
- Mantener la calidad de vida del paciente a lo largo del tratamiento.