La actividad deportiva de moda en los últimos años es, sin duda, el running. Muchos se han lanzado a correr por las calles o a inscribirse en maratones y carreras populares.
Que la tendencia del año sea el deporte nunca es una mala noticia, pero antes de enfundarse las zapatillas deportivas es necesario realizar un chequeo médico, sobre todo para aquellos que empiezan a hacer deporte tras meses de sedentarismo.
Por regla general, entendemos la falta de actividad física como una de las principales causas de patologías cardiovasculares. Sin embargo, el abuso excesivo e incontrolado del deporte puede conllevar graves problemas.
Running y riesgo cardiovascular
El running tiene multitud de beneficios a nivel cardíaco y vascular siempre y cuando se realice a una intensidad moderada y con una frecuencia adecuada. Diversos estudios revelan que hay relación entre un volumen excesivo de entrenamiento cardiovascular (correr, nadar, bicicleta) con patologías cardíacas.
Al hacer deporte la musculatura necesita de un mayor aporte sanguíneo y el corazón responde con un aumento del gasto cardíaco, es decir, bombea más sangre por minuto.
El corazón, al igual que cualquier otro músculo, necesita de un periodo de adaptación al ejercicio. El sistema circulatorio requiere de un ajuste progresivo para mejorar la elasticidad de las arterias y aumentar el número de capilares que facilite el aporte de sangre y oxígeno.
¿Qué consigues con un entrenamiento gradual del sistema cardiovascular? Siguiendo esta pauta conseguirás tener una mayor resistencia.
El estudio del Copenhague City Heart Study dice que los corredores con intensidad de entrenamiento bajo o moderado (2,4 a 3 horas semanales) tienen beneficios en su mortalidad frente a aquellos que la superan. Constatando así que un excesivo entrenamiento de resistencia puede causar un daño cardíaco.
5 pasos imprescindibles
Para conseguir el máximo beneficio del running es conveniente:
- Seguir una dieta equilibrada en la que no falten hidratos de carbono, proteínas y grasas mono insaturadas como aceite de oliva virgen extra.
- La hidratación es clave antes, durante y después de la carrera.
- Tomar periodos de descanso es fundamental para que nuestra musculatura se recupere.
- Nadie nos conoce mejor que nosotros mismos, por eso es necesario que escuches a tu organismo y analices como te encuentras en cada momento.
- Por supuesto, es imprescindible realizar un chequeo médico antes de comenzar a correr. Se deben comprobar los antecedentes familiares, controlar factores de riesgo como hipertensión, aparición de mareos, palpitaciones, disnea…
Si obviamos esto tendremos más probabilidad de riesgo cardiovascular y lesiones. Por tanto, podemos concluir que correr es beneficioso, siempre y cuando se realice de forma moderada.
Si vas a empezar a realizar deporte acércate a la Unidad de Medicina Interna del Hospital La Paloma y realiza un chequeo completo para que correr sea lo más beneficioso para tu salud.