Las enfermedades cardiovasculares son aquellas que afectan a nuestro corazón y a los vasos sanguíneos. Estas patologías son la primera causa de muerte en el mundo, sin embargo los estudios revelan que el 80% de estas defunciones se pueden evitar con un sencillo gesto: cambiando los hábitos de vida.
La salud cardiovascular depende en gran parte de nuestros hábitos y llevar una vida saludable puede favorecer la prevención en la aparición y evolución de los factores de riesgo cardiovascular. Estos son algunos consejos para cuidar la salud de tu corazón y mejorar tu calidad de vida:
Media hora de ejercicio diario
El sedentarismo es uno de los principales factores de riesgo. Se recomienda que los adultos realicen 30 minutos de ejercicio moderado al menos tres veces por semana.
Por lo general, se aconseja realizar ejercicios aeróbicos como correr, nadar o montar en bici. En cualquier caso, se debe consultar previamente con el médico que determinará el tipo de actividad física adecuado de acuerdo con la historia clínica de cada paciente.
Además de ser buena para el corazón, el deporte mejora la capacidad cardiorrespiratoria, disminuye la tensión arterial, reduce la formación de coágulos y ayuda a bajar los niveles de colesterol. También ayuda a perder peso y a combatir la obesidad.
Evitar el consumo de tabaco
El tabaco tiene efectos nocivos en el sistema cardiovascular y, además, aumenta considerablemente las probabilidad de sufrir un infarto. Decir adiós al tabaco tiene efectos saludables en el paciente y reduce en un 70% el riesgo de sufrir un infarto.
La presión arterial por debajo de 120/80 mmHg
En España una cuarta parte de los adultos tienen la tensión alta. La hipertensión perjudica la salud del corazón y es en sí misma una enfermedad cardiovascular. Para poder disminuirla y mantenerla por debajo de 120/80 mmHg se debe mantener una dieta equilibrada, realizar actividad física y reducir el consumo de sal.
La salud del corazón depende de la alimentación
La Fundación Española del Corazón afirma que seguir una alimentación basada en la dieta mediterránea puede reducir hasta en un 30% el riesgo cardiovascular. Esta dieta potencia el consumo de aceite de oliva, frutos secos y pescado azul que se componen de grasas ‘sanas’, como el Omega 3, con grandes beneficios para el sistema cardiovascular. Básicamente se trata de establecer una dieta sana y equilibrada.
Evitar el consumo de grasas saturadas
Para lograr cuidar el corazón a través de la alimentación se debe optar por un aumento en la ingesta de frutas y verduras. Al mismo tiempo hay que limitar el consumo de grasas saturadas, que favorece el desarrollo de colesterol y está presente en carnes rojas grasas, bollería industrial, postres…
Fibra y ácidos grasos oleico
El consumo de cereales integrales trae consigo un aporte de fibra que ayuda a reducir los niveles de colesterol LDL, conocido como ‘malo’. Por su parte, la ingesta de pescados como el salmón, las sardinas o el atún aporta a nuestro organismo ácidos grasos oleico y linoleico que reducen el riesgo de las enfermedades cardiovasculares.
Disminuir el consumo de alcohol y bebidas azucaradas
El consumo de este tipo de bebidas no favorece la buena salud cardiovascular. Al reducir su consumo logramos reducir la cantidad de calorías ingeridas.
Controla los niveles de glucosa
La diabetes es otro de los grandes enemigos de nuestros sistema cardiovascular. Esto se debe a que la diabetes aumenta los niveles de glucosa en sangre, lo que puede dañar las arterias.
Los especialistas recuerdan que, especialmente, las personas que padecen diabetes deben tener cuidado en mantener unos hábitos de vida saludable.
El estrés acelera la frecuencia cardíaca
El estrés y la ansiedad provocan un aumento tanto de la frecuencia cardíaca como de la presión arterial, lo que conlleva un mayor esfuerzo del corazón y un aumento del riesgo de sufrir un infarto de miocardio. Las situaciones de estrés son inevitables en muchas ocasiones, por lo que es necesario aprender a manejarlo para no forzar el sistema cardiovascular.
Chequeos médicos regulares
Además de seguir unos hábitos de vida saludable, es fundamental realizar chequeos médicos regulares para controlar los factores de riesgo. Durante estas revisiones el especialista marcará las pautas adecuadas a cada paciente y mantendrá un seguimiento de las mismas para comprobar su eficacia o necesidad de ser modificadas.
Al igual que en cualquier otra especialidad, la prevención es crucial para mantener a raya la salud del corazón. Si tienes entre 40 y 45 años es momento de solicitar tu cita en la Unidad de Factores de Riesgo Cardiovascular del Hospital La Paloma para realizar un chequeo completo del estado de tu corazón.