Las alteraciones de la menstruación son esos desórdenes que se producen durante el ciclo menstrual de la mujer. Son muchas las mujeres que a lo largo de su vida han experimentado algún desorden durante el ciclo, ya sea por un flujo abundante o escaso, por tener retrasos o adelantos del periodo o pérdidas intermenstruales.
¿Qué es la menstruación?
La menstruación aparece por primera vez entre los 12 y 15 años. En algunas chicas puede darse antes, lo que se conoce como pubertad precoz, o después de esa edad por lo que sería una pubertad tardía.
El sangrado se produce cuando el ciclo menstrual llega a su fin, es decir, el óvulo no ha sido fecundado y el cuerpo libera las células de recubrimiento del útero. Este ciclo dura unos 28 días, aunque lo general es que éste oscile entre los 21 y 35 días. El periodo suele durar entre 4 y 5 días y durante este tiempo la mujer pierde entre 50 y 150 ml de sangre.
Tipos de alteraciones de la menstruación
Las alteraciones de la menstruación pueden producirse en los intervalos entre menstruaciones o por variaciones en la intensidad del sangrado.
En cuanto a las alteraciones de la frecuencia podemos encontrar diferentes desórdenes, como la amenorrea, es decir, ausencia de periodo durante varios meses. En muchas ocasiones se debe a causas hereditarias.
También se encuentra la oligomenorrea o alargamiento del ciclo menstrual. En estos casos, en vez de los 28 días naturales, el ciclo se alarga hasta los 45 días. En el lado contrario, está la polimenorrea o reducción del ciclo menstrual lo que supone que la duración de los ciclos es inferior a los 21 días.
Los desórdenes en la intensidad son los más habituales. Entre las alteraciones de intensidad encontramos la hipermenorrea, que consiste en sangrados excesivos durante el periodo. En ocasiones pueden generarse coágulos de sangre en el flujo menstrual y las mujeres llegan a sentir un gran cansancio durante el periodo, sobre todo si tienen anemia.
Cuando el periodo se alarga más de ocho días se denomina menorragia. En estos dos casos la causa puede tener su origen en enfermedades de los órganos sexuales, pólipos o inflamaciones.
Por otro lado, las mujeres con sobrepeso o en las primeras etapas de la menopausia pueden ver como se reduce el periodo a solo unos días o incluso horas. Esto se conoce como hipomenorrea y puede producirse por alteraciones funcionales de los ovarios.
La metrorragia es otra de las alteraciones por intensidad del sangrado. Ésta se produce porque la mujer presenta sangrados intermenstruales que pueden durar entre seis y diez días. Normalmente, se deben a causas hormonales durante la pubertad y menopausia.
Por último, se encuentra la dismenorrea. Este desorden lo padecen un tercio de las mujeres en edad reproductiva y consiste en sufrir períodos dolorosos. Los expertos creen que su origen se debe a un exceso de producción de prostaglandinas.
Cuando este desorden se produce en el primer periodo de la chica, puede deberse a una posición anómala del útero, un balance hormonal alterado o a una formación irregular de la prostaglandina. Si la mujer ha tenido periodos anteriores normales, el origen puede estar en un mioma, pólipos, inflamación por afecciones genitales, estrechamiento del canal de útero o endometriosis.
Las mujeres con dismenorrea experimentan un cansancio continuo, descenso del rendimiento, dolores de espalda, mareos, vómitos, nauseas, diarrea o pérdida de apetito.
Diagnóstico y prevención
A través de un examen ginecológico, el especialista explora y realiza un estudio completo, que incluye una ecografía y puede completarse con analíticas de sangre, de orina y citologías. Tras observar el resultado de las pruebas, el ginecólogo define un tratamiento teniendo en cuenta el objetivo a conseguir.
La prevención es fundamental para evitar desórdenes en la menstruación y lograr un equilibrio del organismo. Para ello los especialistas recomiendan llevar una vida saludable, dieta equilibrada, dejar el tabaco, dormir ocho horas, realizar ejercicio, evitar cambios bruscos de peso y evitar el estrés. En aquellos casos donde las causas sean hereditarias no será posible la prevención.
Desde la Unidad de Obstetricia y Ginecología del Hospital La Paloma recomendamos a todas las mujeres que realicen revisiones y chequeos ginecológicos rutinarios. Estos son fundamentales para controlar y prevenir estos y otros desórdenes en la mujer.