La ingesta de determinados alimentos y bebidas se ha visto tradicionalmente asociada a un aumento del riesgo cardiovascular, como el café o los lácteos. Sin embargo, con el paso de los años las investigaciones realizadas han terminado por aclarar este confuso aspecto entre la alimentación y la salud cardiovascular.
El consumo de leche no incrementa el riesgo cardiovascular
Los lácteos han estado asociados a un aumento del riesgo cardiovascular. Los últimos estudios publicados han desmontado esta teoría afirmando que la ingesta de leche y derivados lácteos mejora la salud cardiovascular.
Uno de esos estudios ha sido realizado por científicos del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBEROBN) del Instituto de Salud Carlos III. En su investigación analizaron a más de 20.000 pacientes de varios países.
El resultado de este estudio internacional fue muy claro: la ingesta de leche y derivados no produce un incremento del riesgo cardiovascular en las poblaciones mediterráneas y americanas. Además, añaden que tampoco es parte responsables en los niveles altos de colesterol, triglicéridos y glucosa.
También identificaron que en mujeres, la presencia del alelo T, que produce un mayor consumo de lácteos, está relacionado con cifras bajas de glucosa en ayunas. Es decir, esta ingesta de leche o productos lácteos reduce el riesgo de padecer diabetes tipo II.
Por otra parte, otros estudios establecen más concretamente que un 69% de aquellos que consumen mayor cantidad de lácteos reducen el riesgo de muerte cardiovascular, frente a aquellos que no los consumen o los eligen desnatados.
Puntualizan, además, que los lácteos grasos como la leche entera, la mantequilla o el queso reducen los accidentes vasculares cerebrales.
Finalmente, otro estudio llevado a cabo por la Universidad de Navarra destaca sus beneficios en el control de la presión arterial.
Dieta cardiosaludable
Una dieta equilibrada y realizar ejercicio físico son claves para reducir el riesgo cardiovascular. La dieta mediterránea es la que se considera más cardiosaludable y, por tanto, más adecuada en la prevención de enfermedades cardiovasculares.
Los alimentos perfectos para tu salud cardiovascular son: las nueces, brócoli, chocolate negro, fresas, curry, té verde, aceite oliva, salmón, vino tinto y legumbres.
Estos son algunos consejos alimenticios para tener en cuenta en tu día a día:
- Toma frutas y hortalizas todos los días
- Limita la sal
- Los cereales, como el arroz, trigo…, mejor integrales
- Las legumbres son perfectas, pero evita cocinarlas en platos altos en contenido en grasa como cocidos y fabadas
- Añade frutos secos. Es suficiente con 2-3 nueces diarias
- Mas pescado y menos carne roja
- Huevos máximo 4 a la semana
- Evita bebidas azucaradas