En los últimos años se ha producido un boom de bicicletas urbanas en todas las ciudades, ya sea privadas o de alquiler público. Este aumento viene ligado a un incremento en el número de accidentes de tráfico en los que hay ciclistas involucrados.
“El problema general es que no existe prácticamente ninguna separación de los carriles bici con la vía urbana, lo que es muy peligroso”, comenta el Dr. José Fuentes, responsable de la Unidad de Medicina General y Urgencias del Hospital La Paloma.
A esto se suma la falta de una vestimenta adecuada para circular por la ciudad con bicicletas. “La falta de protección agrava muchísimo las lesiones por un accidente. Muchos de estos ciclistas van en pantalón corto, camiseta y sin casco”, añade el doctor.
Explica el Dr. Fuentes que la solución para disminuir estos accidentes es difícil, ya que implicaría un replanteamiento de la circulación y una reducción de automóviles.
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El 14% de las lesiones engloban órganos vitales
Las lesiones más frecuentes que sufren los ciclistas urbanos tras un accidentes son abrasiones o escoriaciones al caer sobre el asfalto. También son habituales las fracturas de miembros superiores e inferiores, siendo poco común las fracturas costales.
“Afortunadamente, las lesiones graves suponen solo el 14% de los accidentes con ciclistas”, añade el doctor. Estas lesiones más graves afectan a órganos vitales debido a una contusión cardiaca o pulmonar. Los traumatismos craneoencefálico suponen el 11% de los casos.
Lo habitual, señala el doctor, son los politraumatismos, en casos de arrollo a alta velocidad o desplazarse largas distancias.